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Una práctica muy habitual en estas fechas son las tradicionales comidas o cenas de empresa por Navidad, en las que compañeros y jefes comparten mesa y comen y beben por igual, en ocasiones hasta con barra libre. Una situación que puede provocar momentos de diversión y desenfreno que suelen acabar convirtiéndose en experiencias desagradables, como es el caso que nos ocupa.
Un empleado de la fábrica Pascual ha sido despedido la tarde de ayer por un supuesto lío amoroso que tuvo lugar en la cena de empresa que se celebra todos los años en un conocido restaurante de Aranda de Duero. Por lo visto, el joven tuvo un rollete con su jefa directa mientras estaban contentillos, en esos momentos de exaltación de amistad y confianza donde todo vale y nadie es más jefe que nadie.
El problema es que al día siguiente el joven se fue de la lengua, y toda la empresa conocía hasta el mínimo detalle de su affair con la jefa de Producción de Pascual. El despido fue inminente y el joven se siente muy arrepentido de lo ocurrido: «Estaba muy pedo, no me acuerdo de nada. En condiciones normales no la toco ni con un palo selfie.»
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