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Parece ser que el comunicado de las peculiares chicas defendiendo a las gallinas en general por ser maltratadas y «violadas» sin contemplaciones por los gallos del corral, no ha quedado ahí y «la historia continúa».
El pasado miércoles en torno a las 14:00 horas, un vecino de Huelva se personaba en el Hospital con gran dolor abdominal y andares un tanto extraños pidiendo ayuda urgente. Tras ser atendido de inmediato reconoció haberse introducido por vía anal hasta un total de 6 huevos cocidos para ir expulsándolos poco a poco al igual que sus gallinas. «Me pensaba que se quedarían al lado del ojete como las balas en el cargador de una pistola pero se conoce que se han colado para adentro y me duele mucho, pobres gallinas» manifestaba ante el ojiplático equipo médico.
Tras ser intervenido de inmediato, al afectado pidió por favor que no se hiciera pública su identidad y está recogiendo firmas para prohibir los huevos fritos porque para ello las gallinas sufren más que una mujer pariendo.
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