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Esta llamativa noticia se ha producido en Guadalcanal de las Cruces, un pequeño pueblo salmantino, 47 de sus vecinos han descubierto años después que son hijas de la misma persona, un párroco ya fallecido que vivió en el pueblo durante toda su vida.
El suceso se ha descubierto durante este verano gracias al nieto de una de las afectadas «vino a pasar un mes conmigo, está muy agobiado en la Universidad y necesitaba descansar, pero estudia genética y le pareció divertido analizar el ADN de todos los vecinos para crear un árbol genealógico». Al final la idea no resulto tan divertida como parecía y sacó a la luz un curioso dato.
Según sus análisis, 47 de los ancianos analizados eran hijos del mismo padre «al principio pensé que se trataba de un error, así que repetí las pruebas pero volvió a salir igual, al final indagando descubrí que ese padre en común era un Padre en toda regla, un cura vamos». Al parecer, y según ha declarado la única madre que sigue viva, el párroco en su día mantuvo relaciones con varias de ellas «era encantador y su voz en el confesionario hacía volar nuestra imaginación, siento que haya salido a la luz de esta forma».
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