Se olvida del número secreto y un vagabundo que vive en el cajero se lo recuerda

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Ricardo Sierra tiene 58 años y es de Badajoz. Hace una década que lo perdió todo por culpa de la droga. Las malas compañías le alejaron para siempre de su familia, su empleo y por supuesto su casa. Desde entonces vive en la sucursal de un banco donde la única compañía que tiene es la gente que entra y sale para sacar dinero.

Pero si hay algo que todavía no le falla a Ricardo es la memoria. Cuando estaba sereno se dedicaba a la enseñanza, siendo profesor de la Universidad Juan Carlos VII durante 15 años, por eso a día de hoy se acuerda de todo lo que oye y ve, incluso de las contraseñas: “Se que está feo mirar cuando uno mete su clave, pero aquí me aburro mucho y lo hago por inercia”.

Ayer Ricardo hizo una buena obra y fue recompensado por ello. Una joven que suele acudir mucho al cajero se olvidó de su contraseña y éste se la dio con una sonrisa: “Me quedé alucinada, se sabia mi clave el muy cabron”.