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¿Cuántas tonterías son capaces de hacer los padres para contentar, entretener o simplemente para robar una risa a sus pequeños descendientes? Innumerables estupideces que en ocasiones, se pueden ir de las manos teniendo un desenlace inesperado y fatídico.
Así ocurrió en la tarde del pasado domingo en Hellín, un municipio de Albacete cuando, un hombre de 49 años acudía al Servicio de Urgencias con andares un tanto extraños, notablemente preocupado y mostrando dolor en su ano, negándose con rotundidad sentarse en la Sala de espera e intuyendo el equipo médico que podría tratarse de hemorroides. «Pues que estabamos aburridos en la casa, los zagales dando la vara y me se ha ocurrio hacer una miaja el tonto metiéndome una linterna encendia por el culo pa parecer un gusiluz y mire, se me ha colao y no la puedo sacar» manifestaba el afectado con una mano en sus nalgas.
Tras ser remitido al Hospital General de Albacete, el lunes por la mañana fue dado de alta, siendo preguntado por el cirujano que le extrajo la linterna, que si conocía el Parchís y la Oca.
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