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Un altercado tuvo lugar el pasado fin de semana en la calle Laurel de la localidad de Logroño, cuando un joven de 25 años comenzó a agredir a su grupo de amigos con gran violencia. Fue necesaria la intervención de la Policía Local para separarlos y poner orden porque las cosas estaban muy calientes.
Los policías no daban crédito a sus oídos cuando una vez separados tomaron declaración a los jóvenes. Al parecer, se trataba de una despedida de soltero, y el agresor había comenzado la pelea después de varias horas discutiendo por la ausencia en la planificación de la despedida de una striper «como dios manda» en palabras del futuro novio.
Los dos amigos encargados de la organización, con graves heridas provocados por puñetazos y patadas, se defendían diciendo que «el cuerpo de la mujer no debería ser usado como objeto» y que «esas son costumbres anticuadas y machistas». Finalmente no presentarán denuncia, aunque la relación de amistad se ha visto seriamente dañada.
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