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Los hechos tuvieron tuvieron lugar este pasado domingo en un municipio de Albacete cuando, un bautizo quedaría siempre en el recuerdo para familia, amigos y el propio párroco.
Tras informar al sacerdote que el nombre del niño sería Nemesio, como el abuelo paterno, el cura no pudo evitar reírse teniendo incluso que detener la ceremonia al no poder cesar «la risa tonta». Ante los hechos, padres y padrinos reprendieron la actitud del mismo y al no cesar, éste fue acometido hasta que otro de los asistentes se vio en la obligación de llamar a la Policía. Personada una patrulla, explicaron lo sucedido y aunque el párroco pedía perdón de forma reiterada, su rostro no podía evitar mantener la risa.
«Perdón, perdón, es que con los nombres modernos de hoy, Joshua, Izar, Eric, Adam, al decir Nemesio, me ha chocado tanto que me ha dado un ataque de risa, lo siento, verás tú cuando le digan Neme, sal a la pizarra, jajaja» seguía riendo el sacerdote teniendo que ser acompañado por los agentes para evitar ser agredido y por supuesto, sin llegar a celebrarse el bautismo.
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