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Un joven, de unos 18 años de edad, ha sido agredido en plena marcha feminista al intentar repartir publicidad de una marca de aspiradoras entre las asistentes. Aunque ha sido ingresado en observación, parece ser que las heridas no revisten mayor gravedad.
La manifestación marchaba con total normalidad, en ambiente festivo incluso, hasta que a este pobre muchacho se le ocurrió que sería buena idea repartir los folletos aprovechando la gran afluencia de personas. «Me dije, «Pablito, en cinco minutos cubres el cupo y para casa»», nos cuenta el protagonista.
Cuando la primera mujer se percató de qué era la propaganda, la emprendió a golpes con el muchacho, acusándolo a voces de machista. A la acción de esta mujer, le siguieron varias decenas, de modo que tuvo que intervenir una brigada de la UIP para sacar a Pablo de entre la multitud. «De verdad que no lo hice por machismo, si en mi casa la aspiradora la paso yo, para que mi madre me pueda plancharme la ropa tranquila», se excusa el agredido.
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