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El escatológico suceso ha tenido lugar este pasado fin de semana en un bar gay de Sevilla, un joven hombre fue agredido dentro del local tras comprobarse que había estado en el cuarto oscuro teniendo almorranas.
En el cuarto oscuro, como bien indica su nombre, no hay casi visibilidad y un hombre disfruto de su uso para desagrado del resto de usuarios «tengo almorranas, pero no pensé que pasaría nada, además quería aprovechar a ver si me las metían para dentro, que últimamente me están dando bastante guerra». Uno de los clientes que mantuvo relaciones con él ha manifestado que «noté algo raro, la verdad, pero con la emoción tampoco eché mucha cuenta y seguí con el tema».
Al parecer uno de los clientes, al salir y limpiarse detectó restos sanguinolientos «me dio bastante asco, así que entré de nuevo dando la luz y vimos al asqueroso del tío con las almorranas al rojo vivo». Varios clientes agredieron al hombre que escapar como pudo del local, tras presentar la denuncia en el local le han informado de que es una de las normas y al saltársela no pueden responsabilizarse de lo sucedido.
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