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Apple ha avanzado datos de lo que será su próximo teléfono estrella, el iPhone 8. En una rueda de prensa improvisada un portavoz de la empresa de la manzana mordida ha declarado que ya tienen muy adelantado el trabajo, y que esto es debido a que el nuevo teléfono inteligente será igual que el 7, es decir, que no traerá nada nuevo «ni puta falta que hace», en palabras textuales del portavoz.
«Sí, hemos tocado un poco el color aquí, hemos puesto alguna rayita allá y poco más. Ah, si, la caja va a ser muy chula, os va a encantar». Ante las pregunta de la prensa algo extrañada, el interlocutor ha declarado que después de algunos análisis sesudos sobre el proceso de fabricación decidieron que «si se va a vender igual, que necesidad hay de pegarnos una paliza de trabajo pensando, diseñando, fabricando, gastando dinero a lo tonto…. Luego vienen los errores, los fallos, un coñazo todo que no os podéis ni imaginar, de verdad. ¡Pero si el 7 va muy bien hombre!».
Un periodista hizo la pregunta lógica que toda la sala estaba esperando, «¿Y el precio?. Dado que los costes han bajado tanto eso debería repercutir en los bolsillos de los compradores, es así?». En ese momento al portavoz de Apple le sobrevino un ataque de risa brutal e interminable, por el cual tuvo que ser atendido por asistencia médica de forma inmediata. Nos quedamos por tanto sin saber el coste del nuevo modelo de iPhone, pero nuestro instinto de becario experimentado nos dice que no va a ser muy distinto del modelo anterior.
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