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Un vuelo operado por la compañía Ryanair que cubría la ruta entre Faro (Portugal) y Eindhoven (Holanda) se ha visto obligado a modificar su ruta y hacer un aterrizaje no programado en el aeropuerto Seve Ballesteros de la ciudad de Santander.
Al parecer, según cuentan un miembro de la tripulación, al poco de salir del aeropuerto de origen saltaron todas las alarmas ya que una niña entre los pasajeros se estaba cagando. “al oír que la niña se estaba haciendo caca y al ver que todavía faltaban 2 horas de vuelo iniciamos el operativo habitual en éstos casos. Le ofrecimos una palangana pero la niña se negó a utilizarla”
La niña, de nacionalidad holandesa, no pudo aguantarse más y el piloto de la aeronave decidió finalmente buscar el aeropuerto más cercano donde poder realizar un aterrizaje. Una vez en tierra se desplegó el operativo de emergencia (bomberos, ambulancias, personal sanitario…) que marca el protocolo en éstos casos, pero finalmente la niña no necesitó de tantas atenciones.
Las autoridades aeroportuarias están investigando por qué la compañía irlandesa no lleva a bordo los baños reglamentarios. Por lo visto Ryanair modificó la nave, un Boing modelo 737-800, suprimiendo los baños e instalando en su lugar 6 asientos más. “¿Quién se iba a imaginar que en un vuelo de poco más de 2 horas nadie iba a necesitar el baño? Es que nos quejamos por todo… queremos vuelos baratos pero que encima tengan de todo” ha declarado un miembro de la tripulación. Por el momento Ryanair no se ha pronunciado al respecto. El avión puedo continuar su vuelo hacia su destino sin mayores problemas una hora más tarde de haber aterrizado en Santander.
Según ha podido saber Cerebrother, el causante de la emergencia de la niña podría haber sido un kiwi que se tomó momentos antes de embarcar en el avión.
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