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Según ha informado esta mañana el ministro de cultura, a partir del 1 de Julio se cobrará una pequeña tasa a los ciudadanos que se realicen un selfie donde aparezca un monumento histórico.
La propuesta llegó en primera instancia desde el gobierno catalán, pero parece ser que ha colado hondo y ahora se ha aprobado y tendrá efecto en todo el territorio español. «Los monumentos de nuestra nación son nuestro mayor reclamo turístico, necesitan restauraciones constantes y no hay manera de cuadrar eso en los presupuestos anuales, con este nuevo impuesto será la propia gente que los disfruta los que ayudarán a su mantenimiento».
Lo que todavía no ha quedado claro es la forma en que se realizará el cobro, no han especificado si habrá que realizar el pago en el mismo momento del selfie o si se mandará una factura mensual según los selfies detectados en las diferentes redes sociales. Sea como sea la gente ya ha comenzado a indignarse y la medida traerá cola seguro.
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