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La sorprendente denuncia fue presentada este pasado domingo en la comisaría de Palencia, un hombre acudió en claro estado de embriaguez y acusó a un par de agentes de la Guardia Civil de no haberlo parado en un control de alcoholemia para hacerle soplar.
El conductor declaró que volvía de tomar algo con sus amigos del pueblo y se le había ido la mano con las cervezas «creo que soy un conductor muy responsable, pero había quedado con mi novia y tenía que volver, por desgracia vi que había un control en la carretera y asumí mi error, pero para mi sorpresa me dejaron pasar sin más y eso no podía permitirlo». Así que acudió inmediatamente a comisaria y realizó la denuncia.
El agente que lo atendió no daba crédito «fue algo surrealista, estaba como una cuba y se quejaba de que no le habían hecho soplar y que eso era ilegal, que había que multarlos por no desempeñar correctamente sus funciones». El denunciante aclaró que «su deber es no permitir que borrachos como yo conduzcan, somos un peligro y se limitaron a saludarme, sonreírme y dejarme pasar, no hay derecho, vaya forma de hacer su trabajo».
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