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Aunque las temperaturas actuales todavía no son veraniegas, ya se aproxima la fecha preferida para la mayoría de los trabajadores, siendo el periodo de vacaciones. Lo que no se esperaba el empleado de una asesoría es que sus denegadas vacaciones por necesidades según su jefe, de acabar con un proyecto, se alargaran de forma indeterminada.
Antonio, empleado en una asesoría de Vizcaya pidió las vacaciones para todo el mes de julio siendo denegadas, teniendo la genial idea de cagar en un tupper y enviarlo por agencia a su propia oficina, a la atención del jefe. Lo que no contaba el vengativo empleado fue con un pequeño detalle, la agencia de transporte no hacía referencia al domicilio del remitente según lo acordado pero si de un teléfono de contacto, comprobando el enojado jefe que ese teléfono se correspondía con Antonio, su empleado.
«La puta agencia me ha jodido pero bien, yo quedé con ellos en no poner mi dirección pero pusieron mi teléfono, ahora sí que tengo vacaciones pero definitivas, desde luego que… menuda cagada» ha comentado a los excompañeros.
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