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A la Policía Nacional de Sevilla se le acumula el trabajo en la Feria de Abril. Desde que empezaran las fiestas hace apenas una semana se ha visto de todo y nada bueno: Agresiones homófobas, peleas multitudinarias con sillas voladoras, robos de carteras y bolsos, menudeos de drogas, alimentos en mal estado… Vamos, lo normal en fiestas.
Pero lo último y más sorprendente ha tenido lugar ayer por la tarde en la caseta de un empresario sevillano que se estrenaba este año en la Feria con una oferta cuanto menos llamativa: Rebujitos con buena hierba. Que no hierbabuena. Una hoja de marihuana en cada vaso de rebujito para distinguirse de la competencia y alegrar las fiestas al personal. Colega, ¿dónde está mi caseta?
Poco tiempo duró la alegría en la caseta de la “María”, como la bautizaron los agentes. En unas horas la Policía desmanteló todo el chiringuito y detuvo al empresario “emprendedor” que defiende su inocencia: “No he engañado a nadie. El rebujito es natural y lleva hierba buena, como todos. Es una injusticia”.
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