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Un cirujano del Hospital Central de Teruel ha perdido por error una foto de sus hijos dentro del cuerpo de un paciente al que operó de vida o muerte.
El cirujano ha llevado, durante sus 20 años de profesión, una foto de sus hijos siempre en el bolsillo de su uniforme médico porque, según él, le da suerte y ya no es capaz de operar sin ella. Durante su última operación tuvo la mala suerte de que se le cayó dentro del paciente y no se dio cuenta, una vez dados los puntos de sutura y concluida la operación fue cuando echó de menos su talismán.
Tras realizar una placa se confirmó que la foto estaba dentro de la cavidad torácica del paciente, el cual se niega ahora a volver a ser intervenido alegando que «que se quedé ahí para siempre, me da igual, a mi no me vuelven a abrir». El cirujano llevará el caso a donde sea necesario ya que la foto tiene un alto valor sentimental y necesita recuperarla cueste lo que cueste.
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