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Un club de alterne de Alicante ha instalado unos bolardos en el aparcamiento que han llamado la atención de propios y extraños. Lo que es un mecanismo para evitar el paso de vehículos a determinadas zonas, se ha convertido en una atracción. Y es que los propietarios del negocio decidieron que los bolardos tuviesen forma de pene como homenaje a sus clientes.
El club se encuentra en una carretera muy transitada, por lo que se ha convertido en habitual que numerosos vehículos, llamados por la singularidad de «la obra», se detengan para fotografiarse con los pilones. José Luis, uno de los propietarios del negocio, explicaba que la decisión, además de rendir culto a sus fieles clientes, está ligada a la historia, pues la iconografía del miembro viril ha sido siempre símbolo de fertilidad desde la antigua Grecia. Al parecer, en el local, a parte de hacer el amor, puede aprenderse algo de historia.
Además, de forma indirecta este hecho ha llevado nuevos clientes al local de José Luís. «Tenemos hombres que paran a contemplar la obra, y con la excusa de ir al servicio entran al local y pagan por los servicios de las señoritas, mientras sus esposas e hijos aguardan en el exterior». «Todo redondo, como el glande de los bolardos», concluye el dueño.
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