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Un usuario del nuevo terminal de la marca de la manzana tuvo una genial (o no) idea. Decidió configurar el bloqueo facial mostrando sus posaderas, así que ahora cada vez que tiene que desbloquearlo bajándose los pantalones y enseñándole el culo al móvil.
Parece ser que todo fue debido a una mezcla de euforia desmedida por la compra, unas copillas que llevaba de más, y un espíritu infantil que afloró en el momento equivocado. La cosa es que no ahora no sabe cómo se hace para cambiar el reconocimiento facial, y casi no puede usar su nuevo iPhone X en público.
«En el trabajo no sé ya que decir cuando me piden que les enseñe lo que es capaz de hacer, y cada vez que tengo que llamar o quiero poner un WhatsApp tengo que salir al servicio. Me están empezando a mirar mal». «Llamé al Servicio de Atención al Cliente y se rieron de mí y me colgaron. Tendría que ir a una tienda, pero ya me dirás cómo le explico lo que me pasa y cómo desbloqueo allí el terminal, que no hay servicios».
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