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Los hechos sucedieron el pasado fin de semana en Las Carihuelas, un municipio de la provincia de Salamanca. Eran poco más de las 2:40 horas de la madrugada del domingo cuando, el 112 recibía varias llamadas alertando de ruidos procedentes de la Parroquia de San Joaquín. De inmediato y con gran celeridad una patrulla de Policía y otra de Guardia Civil se personaron en el lugar con pistola en mano, al suponer que se trataba de un robo.
Tras acceder con gran cautela al Santo templo, no dieron crédito a lo que presenciaban. En el centro, habían varios bancos haciendo un círculo, repletos de alocadas chicas gritando, y en medio había otra con diademas de penes y un boys sentado sobre ella.
Fue una de las participantes las que al percatarse de los agentes les chilló, «pasad buenorros, pero nenas, cuantos hemos contratado??». Se identificaron y allí acabó la fiesta. La Diócesis ha tomado cartas en el asunto con el negociante párroco que defiende que el dinero era… para arreglar el órgano.
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