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El vino es una bebida obtenida de la uva mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo, un proceso mediante el cual el azúcar se convierte en alcohol etílico gracias a la acción de las levaduras naturales presentes en las pieles de las uvas. Pero, ¿es posible que este proceso se produzca por sí solo en el interior del cuerpo humano gracias al oxígeno que éste genera y al estar en contacto con la piel?
Saúl, arandino de 53 años, terminaba la jornada de vendimias ayer en el pueblo de La Aguilera cuando un control de la Guardia Civil le sorprendía de vuelta a casa: “Me dijeron que dí positivo cuando venía de trabajar 8 horas en el campo. Recogí unos 1500 kg de uvas y pude comerme 5 o 6 racimos mientras tanto. Supongo que la uva habrá fermentado dentro de mi estómago al estar en contacto con el oxígeno y la piel”.
Según consta en la denuncia de la Guardia Civil, el conductor dio 0,63 mg/l de alcohol en aire espirado, lo que supone una sanción de 1000 euros y la retirada de 6 puntos del carnet, aunque quisieron puntualizarlo: “El alcoholímetro no falla, si es cierto que el chaval estaba completamente sobrio y además parecía comprometido con su trabajo. Estudiaremos el caso”.
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