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El suceso tuvo lugar en la tarde de ayer en la consulta privada de un dentista turolense, tras disponerse a operar de una muela a uno de sus pacientes visualizó restos de semen en la boca del mismo y se negó a seguir con el procedimiento.
El joven era la primera vez que iba al dentista desde hacía muchos años «me lo había recomendado mi hermana, supuestamente era muy bueno y barato, ambas cosas igual de importantes para mi» porque tenía una muela completamente negra y la caries amenazaba con extenderse. El dentista se disponía a realizar la operación pero al intentar anestesiar la zona se encontró con una sorpresa.
«El paciente tenía claramente restos de semen en diversas piezas bucales, me pareció asqueroso y una falta de respeto, que menos que lavarse bien la boca después de comerse una polla» comenta indignado todavía el dentista. El joven se plantea denunciar al dentista «si no quería operarme solo tenía que decirlo, pero inventarse que tenía semen en la boca me parece denigrante, quizás lo confundiese con restos de un yogur griego que me había comido horas antes, pero a mi no me van las trancas, eso seguro».
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