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Desde que viera la luz en el año 2015, Glovo no ha dejado de crecer. Esta empresa emergente que se dedica a la compra, la recogida y el envío de pedidos en menos de una hora a través de mensajeros independientes conocidos como «glovers«, tiene presencia en las principales ciudades de España, como Madrid, Barcelona, Málaga o Valencia, entre otras.
Una de las principales características que diferencian a Glovo a de sus competidores es que puedes pedir lo que quieras a la hora que quieras. Imagina que estás en el baño de tu casa haciendo de vientre y te quedas sin papel higiénico. Tienes tres opciones: manchar tu calzoncillo, meterte en la ducha o pedirle el papel a Glovo. Pero si eliges la ultima ten en cuenta una cosa, el repartidor no está obligado a llevártelo hasta el baño.
Un joven que reside en Madrid ha denunciado a la conocida empresa de mensajería porque un repartidor se negó a llevarle el papel higiénico que había pedido hasta su cuarto de baño. Al parecer habrían establecido comunicación a través de la app en tiempo real, pidiéndole que se lo introdujera dentro porque no quería mancharse el pantalón, a lo cual el repartidor se negó. El juez tendrá la última palabra.