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Con las nuevas tecnologías hay que tener precaución a la hora de escribir algún mensaje, no por el hecho de cometer faltas de ortografía sino por el uso inadecuado de MAYÚSCULAS.
En la mañana del pasado jueves, una joven de 23 años se personaba en el Cuartel de la Guardia Civil de su localidad, en la provincia de Gijón, a efectos de interponer una denuncia contra su propio novio. Tras ser atendida por un agente, ésta manifestó… «pues que no aguanto más, quiero denunciar a mi novio por maltrato, siempre me habla chillándome y aquí tengo la prueba» mostrando un texto que mediante WhatsApp le había enviado su chico utilizando mayúsculas.
Atónito el agente de la Benemérita por el contenido del mensaje, informó a la joven que la prueba aportada carecía de valor probatorio siendo una acusación injustificada y que tal vez, su querido novio le escribía con letra mayúscula para una mejor visualización, dada la cantidad de diotrías que evidenciaban el grosor del cristal de sus lentes, «además he de decirle señorita que el texto de su amado novio no refiere violencia alguna sino… todo lo contrario».
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