This post has already been read 3565 times!
Sucedió el pasado viernes en un municipio de la provincia de la Comunidad Valenciana, sobre las 4 de la tarde una familia se personaba en el Cuartel de Guardia Civil de la localidad a objeto de interponer una denuncia.
Tras ser atendidos por el agente de oficina, el padre de familia, un hombre de 58 años manifestó que fueron a comer al restaurante que hay al final de dicha avenida y cuando le pidieron al camarero un poquito de salsa rosa para acompañar la pasta les dijo «Aquí tenemos ajoaceite y oli oli, que coño salsa rosa, eso es de mariquitas».
Una vez tomada manifestación, fue requerido tanto el responsable del establecimiento como el bruto camarero, el que viendo que se jugaba el puesto y sabiendo que su mujer lo pondría a caldo, enseguida ingenió una idea para salir airoso hablando con dulzura y de modo muy afeminado… «buenas tardes señor agente y querida familia, cómo voy yo a decir yo semejante barbaridad, uf, me ruborizo con solo pensarlo, si yo mismo soy gay, lo que les dije es que la salsa rosa era para las gambitas».
This website uses cookies.