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Una lavandería de Plasencia (Cáceres) fue objeto de denuncia por parte de uno de sus clientes porque, según su versión, la empresa pretendía cobrarle el doble por lavar sus calzoncillos. En la denuncia, a la que ha tenido acceso este medio, el denunciante mantiene que el empleado de la lavandería tomó esta decisión, al encontrarse los calzoncillos del cliente en un estado «mugriento y asqueroso».
Como todos los lunes, Eladio, el afectado, acudió a la lavandería placentina con una bolsa de basura en la que portaba su muda semanal. Cuando el trabajador del local separó una a una las prendas, descubrió unos calzoncillos manchados de lo que Eladio dijo que era nocilla por la parte trasera y leche condensada por la delantera. La versión de la lavandería difiere de la del hombre, dado que sostiene que la sustancia que portaba el textil era heces y semen.
El hombre acudió al juzgado de guardia a presentar una denuncia y hasta allí trajo la bolsa de ropa a modo de prueba. Uno de los policías reconoció que el hombre les invitó a probar la nocilla y la leche condensada para que comprobaran que, efectivamente, se trataba de esas sustancias.
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