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El pasado domingo a mitad de mañana, una mujer de mediana edad se personaba en el Servicio de Urgencias de su localidad, un pueblo de Zamora, manifestando tener molestias en la zona genital.
Tras ser atendida por la doctora y llevar a cabo una primera exploración, le informó que la irritación e inflamación podría deberse a una posible infección o alergia a algún lubricante, «me dijo mi marido que probáramos con nata y compré una que pone nata para montar, es decir, que es especial para el sexo, por lo visto estaba caducada o no advierte que para algunas pieles más sensibles pueden causar inflamación así que hágame el parte médico que voy a la Oficina del Consumidor a poner una denuncia pero ya», comentó la paciente ante la estupefacta facultativa.
A pesar de los intentos de la doctora por aclarar a la «irritada» señora que esa nata era para otro uso, el hecho de que no pudiera evitar llorar de la risa, enfureció todavía más a la afectada ganando fuerza en su idea de denunciar los hechos.
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