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Sucedió el pasado miércoles en Málaga cuando una señora se personaba en las dependencias del Juzgado de Instrucción n°1 a efectos de interponer denuncia contra el ginecólogo que la había atendido.
«Mire usted, encima que no me hace gracia ninguna enseñar la flor al tipo ese, cuando me he subido al potro y me he espatarrado, me ha metido el espéculo y me he fijado que ponía cara de gusto mordiendose el labio de abajo, es que no lo podía ni disimular. No es la primera vez que me pasa y prefiero denunciarlo porque como se lo diga a mi marido lo calienta y tenemos un problema».
La Secretaria Judicial que estaba tomando declaración a la enojada señora no daba crédito a lo que escuchaba y aunque trató de hacerle ver que podría tratarse de de un mal entendido, procedió con la denuncia.Tras citar al doctor, éste acudió con su «marido» reconociendo que podría haber gesticulado de ese modo por amor al trabajo pero ni mucho menos le gustan las «flores» y menos aún si tienen 74 años como es el caso.
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