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Un frutero fue denunciado por una clienta porque, según la versión de ésta, no para de insistir en enseñarle «un nabo gordo que tenía guardado para clientas como ella». Sobre el comerciante pesa una acusación de acoso sexual, pendiente de juicio.
Los hechos se produjeron en un mercado de una localidad de Cantabria a la hora de la apertura de éste, por lo que no había apenas público y no se han podido encontrar testigos de lo sucedido. La señora llamó de inmediato a la Policía Local, que se personó en el establecimiento y levantó acta de lo sucedido.
«Suelo ofrecer mi mejor género a los mejores clientes, por eso le dije a esta señora que tenía un nabo gordo, que si quería se lo enseñaba. No entiendo el revuelo, la verdad», nos comenta el minorista. La Policía Local, por su parte, ha declarado que «en verdad, no sabíamos si denunciarlo por acoso o por publicidad engañosa, porque a nosotros si nos enseñó el nabo, y no era para tanto».
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