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Impagos, ruidos, obras en espacios comunes, reformas, humedades y uso de zonas comunitarias son algunos de los problemas con los que actualmente nos encontramos la mayoría de la personas al residir en una Comunidad de Vecinos. Las soluciones pasan primero por el diálogo, después por la intermediación del presidente y en última instancia por la vía judicial.
El caso que hoy nos ocupa ha sucedido en el municipio murciano de Jumilla, los moradores de una céntrica Comunidad de Vecinos, cansados de dialogar con una señora que tiene por costumbre cocer coliflor una vez por semana, tras hacerle conocedora de las molestias que ocasiona con el desagradable olor y no poner remedio, han decidido denunciarla en el Juzgado de Instrucción n°1 del propio municipio.
«Pos hombre, se queja de mi nene de 4 años porque juega con la pelotica y nosotros nos tenemos que tragar la pestuza día si y día también, a las buenas no quiere pues, en el juzgao nos vemos, no aguantamos más, hemos hablao hasta con Medio Ambiente y no conseguimos na, a ver el Juez lo que dice» son algunas de las manifestaciones vertidas por los indignados vecinos.
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