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Un empresario zamorano fue denunciado ayer por el director de un colegio público después de que un grupo de estudiantes realizara una actividad lúdico-educativa en un local de karaoke, propiedad del denunciado.
Según figura en la denuncia, el colegio había reservado el local para un espacio de dos horas a fin de que los escolares llevaran a cabo una actividad perteneciente a la asignatura de Música. Cuando se dispusieron a cantar las letras que los propios estudiantes habían compuesto, los maestros se percataron de que los micrófonos del local tenían forma de pene. Inmediatamente los docentes solicitaron que se cambiaran, a lo que el dueño respondió que no tenía otros sin esa forma. El profesor de música explicaba que lejos de proponer una solución, el dueño voceaba entre risas que así ya se iban enseñando para cuando fueran mayores.
La dirección del centro decidió denunciar los hechos, ante lo que el propietario se escudó argumentando que en ningún momento le preguntaron qué forma tenían los micros. Además, arremetió contra el profesor de música asegurando que todo el alboroto se debe a que los micrófonos simulan grandes penes de color, y a su entender, el docente es un racista y un acomplejado.
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