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La Comisaría de la Policía Nacional de Toledo registró el pasado martes una denuncia de una mujer contra su ginecólogo, un facultativo que ejerce desde hace más de quince años en una clínica privada de la ciudad. El motivo de la reclamación fue, al parecer, los utensilios que el médico utiliza en sus consultas.
La denuncia habla concretamente de unos guantes con un material “inadecuado para su finalidad”. En base al testimonio de la muchacha, el médico utiliza unos guantes de esparto, en lugar de los convencionales de látex. “Son de esparto, parecidos a un guante de crin”. Como es lógico, su uso ha provocado incomodidades en la zona íntima de las pacientes e incluso, en algunos casos, lesiones de escasa entidad.
El utensilio, según explicó el profesional, lo usa para limpiar a sus caballos, argumento que aprovechó para convencer de que la eficacia del mismo estaba más que probada. Insistió en que por lo general, desinfecta el guante cada vez que lo gasta. Para finalizar su defensa, el ginecólogo en cuestión apuntó que por la aspereza del guante, “realizo un leafting en la zona genital por el que no cobro ningún plus, ¿y encima me denuncian?”
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