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En la localidad jienense de Guarromán se encuentra viviendo en la calle un conocido vecino del municipio al que el banco desahució hace unos meses y que al perder su casa junto a su familia se vio obligado a dormir bajo raso y a sobrevivir gracias a la solidaridad de los habitantes del municipio puesto que su situación laboral tampoco es muy favorable.
Este caso tiene conmocionado y sorprendido al municipio, puesto que no es lo normal ver a gente vivir y dormir en sus calles, abrigándose con cartones y pidiendo limosna, algo que por desgracia es más sencillo de encontrar en ciudades más grandes pero no tanto en municipios como este que tiene algo más de 2 Mil habitantes tan solo.
Pero lo que hace que este caso sea más peculiar, es que al ser desahuciada la familia, la esposa y los dos hijos del matrimonio encontraron cobijo y techo el mismo día que abandonaron su vivienda, instalándose en la casa de la madre de la mujer. Pero el padre de la familia, al ser preguntado por qué no se instala con su familia ya que nos aseguran que allí hay sitio de sobra para el nos responde: “Antes de irme a vivir a casa de mi suegra, me subo a lo alto del campanario con una cabra atada al pescuezo y salto al vacío”. Con estas palabras daba por concluida su declaración y volvía a cubrirse con los cartones que el encuentra más confortables que la cama de casa de la madre de su mujer.
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