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Un hombre ha interpuesto una demanda de divorcio contra la que creía que era su esposa. Y es que, al parecer, la mujer era en realidad un hombre camuflado, circunstancia que ha descubierto el demandante al leer que no existen los clítolis de 20 centímetros de longitud.
Los hechos han tenido lugar tan solo dos semanas después de que la pareja contrajera matrimonio. Umberto, el demandante, un conocido vecino de la localidad aragonesa de Calatayud, reconció que comenzó a sospechar del género de su supuesta mujer al descubrir una nuez en la garganta de su «amada» del tamaño de un testículo. Sin embargo, ésta parece ser una de esas ocasiones en las que el amor ciega. Además de la nuez, las sospechas se acrecentaron cuando descubrió al hombre afeitándose el ano. «Me dijo que era un blanqueamiento anal». El detonante fue leer en Internet que los clítolis del tamaño del de su mujer no existían. «Siempre me dijo que era de clítolis largo, y ahora resulta que eso era el rabo».
Umberto dice sentirse engañado y por ello reclama una indemnización por lesiones psíquicas. Por su parte, el demandado insiste en que es una mujer, de nombre José María, lo que ocurre es que en su DNI el orden del nombre está inverso.
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