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La sorprendente anécdota ha tenido lugar este mismo fin de semana, un grupo de amigos decidió realizar el descenso del Sella para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos, sin explicación alguna aparecieron al día siguiente en el Guadalquivir.
El grupo de amigos iban desde Logroño y desde que comenzaron su viaje estuvieron bebiendo a modo de celebración «menos el conductor el resto nos pusimos bastante finos, bueno y él se puso al día nada más llegar a Arriondas, así que los recuerdos a partir de ahí son un poco confusos». La alerta cuando dieron las 18 y no tuvieron ninguna señal de los clientes.
Pasaron las horas y les fue imposible contactar con el grupo de amigos, pasó el domingo y tampoco tuvieron noticias y a última hora del día recibieron una llamada desde Sevilla, al parecer habían encontrado a la pandilla navegando por el Guadalquivir «no sabemos como pasó, nos excedimos con el calimocho y la despedida se convirtió en una verdadera aventura, lo último que recordamos es a la monitora buenorra, menos mal que nos pararon en Sevilla, si no ahora mismo quizás estaríamos en Marruecos, no hemos cogido un ciego así en la vida Hulio».
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