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Una camarera sevillana ha sido despedida del bar donde lleva 11 años trabajando por preguntar, inocentemente según ella, a un cliente si quería mojar el churro.
La camarera atendía una mesa mientras merendaban «la mujer y los niños me pidieron chocolate y batidos pero el hombre no, me extrañó bastante, así que una de las veces que pasé a su lado le pregunté si no quería beber nada con los churros y no veas la que se ha liado». Al parecer el problema fue las palabras elegidas para realizar su servicial pregunta, según ha asegurado la mujer «pasó por su lado intencionadamente y le preguntó si quería mojar el churro, está claro a lo que se refería, y delante de los niños, qué desfachatez».
El hombre se quedó bastante cortado «se me pasaron muchas cosas por la cabeza pero viendo la cara de mi mujer preferí callarme y negar educadamente, cualquier tipo de respuesta me hubiese costado meses de sexo con la parienta, entonces si que no iba a mojar el churro ni la churra». El gerente del bar, ante la denuncia de la mujer, decidió despedir a su trabajadora y evitarse líos con la Justicia.
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