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Ha sucedido este pasado fin de semana en un conocido restaurante de un pueblo de la provincia de Teruel. Cuatro amigas cincuentonas y solteras habían gozado de la suculenta gastronomía del prestigioso restaurante regada con buenos vinos entre risas y piropos cada vez menos sutiles dirigidos al guapo joven y fornido camarero que las atendía, mostrándose éste cada vez más harto según transcurría la juerga.
«Señoras, desean ustedes algo más? O les informo de la variedad de postres que tenemos?» «Nene, lo que deseamos ahora es un lechazo bueno» Aunque la carne de lechazo figuraba en la carta, la forma de decirlo junto con la explosión de carcajadas del resto de amigas, hizo que el joven contestara a la vez que recogía los platos de forma airosa «menuda golfa estás hecha».
El resto de comensales del local se quedaron inertes y mudos apareciendo de inmediato el responsable pidiendo disculpas. El joven fue expulsado del restaurante y ahora trabaja en una pizzería en donde espera no escuchar «Nene, queremos una pizcha muy grande».
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