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Transcurrió en la tarde de ayer en un Servicio de Urgencias de la Comunidad Valenciana. Tras un aviso del 112 solicitando asistencia médica para atender a un anciano, el celador dio aviso al equipo humano compuesto por médico, enfermera y conductor.
Tras varias llamadas de forma verbal, no había respuesta alguna, sólo el médico encogiendo hombros y maletín en mano estaba dispuesto para atender dicha llamada, desconociendo donde se encontraba el resto de su equipo. Salieron fuera, pensando que podrían encontrarse limpiando o reponiendo material en la ambulancia. Cuál fue la sorpresa al abrir la puerta lateral del vehículo, viendo las blanquecinas nalgas del conductor que en posición decúbito prono realizaba movimientos oscilantes sobre la enfermera, ambos en la camilla.
Tras salir los atareados compañeros arreglando atuendo y pelo, dijo ella…»doctor, estoy enseñándole al conductor las maniobras de reanimación para que nos ayude cuando tengamos alguna urgencia».
A ella le han abierto expediente y él ha sido despedido por la empresa de ambulancias concertadas a la que pertenece.
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