Despedido el conductor de un coche fúnebre por echarse la siesta en el ataúd

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El conductor de un coche fúnebre ha sido despedido ayer en Sevilla después de que su jefe le descubriera echándose la siesta en el ataúd de su coche. Juanjo, de 56 años, se tiró dos horas y media dentro de la caja sin que nadie supiera donde estaba y sus compañeros llegaron incluso a llamar a su familia.

Los hechos tuvieron lugar ayer por la tarde cuando Juanjo regresaba de comer de su casa y decidió echarse una cabezadita. Al parecer había comido muy fuerte, algo típico en estas fechas, y no le había hecho bien la digestión por lo que pensó que sería buena idea reposar un poco la comida: “Estaba muy lleno y tenía mucho frío, así que pensé que en el ataúd iba a estar más a gusto. Me puse el despertador pero debí de retrasarlo todo el rato”.

La funeraria ha declarado que se trata de una falta muy grave y de respeto que atenta contra los fallecidos y sus familiares, algo inconcebible: “No podemos permitir que pasen estas cosas. Los ataúdes no son para descansar un rato, son para siempre. El que entra no sale”