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El dueño de una pastelería familiar de la localidad alicantina de Alcoy se ha visto obligado a despedir a uno de sus empleados al descubrir que este realizaba el agujero de sus rosquillas artesanales sin usar para ello sus manos.
Ante las sospechas que despertaron entre el personal algunos comentarios del joven, así como de la alta participación del individuo en conversaciones de WhatsApp mientras debía estar realizando la tarea de hacer los agujeros a dichos pasteles, el empresario colocó una cámara en el obrador, obteniendo imágenes del joven haciendo dichos agujeros con los pantalones bajados y mientras chateaba con el móvil.
«A nosotros se nos hacía muy raro, porque el trabajo lo sacaba rápido, pero mientras se suponía que estaba haciéndolo, escribía continuamente en el grupo de WhatsApp que tenemos en la empresa, donde se suele escribir cuando está uno descansando, de vacaciones, o fuera del horario laboral», nos cuenta un compañero. «Yo no veo que mal he hecho. Para hacer agujeros en las rosquillas se usan guantes de látex, y yo me he puesto preservativo siempre para dicha tarea. Entre otras cosas, porque te puedes quemar con la masa caliente de las rosquillas», se defiende el trabajador.
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