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Hay personas que ante una determinada situación de «pillada in fraganti», poseen la gran habilidad de utilizar el ingenio y la creatividad para intentar salir del paso hasta niveles inimaginables.
El pasado jueves, uno de los empleados de la compañía estadounidense Amazon, era sorprendido por su jefe de departamento bebiendo de una petaca en horario de trabajo. «Jefe, me estoy desinfectando por dentro, es muy importante que no falte alcohol en la empresa, hay que extremar la precaución» manifestó a su superior jerarquico, el que no sabía si reír, llorar o simplemente informarle de su despido, como así fue. Lejos de avergonzarse y pedir disculpas con el fin de recuperar su trabajo, denunció en el juzgado el despido improcedente, según él. «Llevo en la petaca whisky del caro, de vez en cuando un trago y el Covid no se acerca a dos metros de mi, en las manos y en la garganta, esa es la clave, no hace falta vacuna».
Evidentemente, tal denuncia no fue admitida a trámite dada la ridiculez de sus argumentos así como la clara irresponsabilidad del demandante.
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