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No cuidar el vocabulario empleado en el trabajo puede tener nefastas consecuencias, así ha ocurrido con un joven sevillano que ha sido despedido tras informar a su jefa de que no podía ir a trabajar, pero especificando que era porque tenía un «buen trancazo», palabras que no fueron bien entendidas por su jefa.
El joven ha recurrido la decisión alegando que se trata de un malentendido y que en ningún momento se trató de un comentario de índole sexual «estaba en mi casa más malo que un perro, no podía ni levantarme del gripazo que tenía, así que llame a la jefa para avisarle, y simplemente le dije que tenía un buen trancazo y por eso no podía trabajar, se puso como una fiera la tía».
Su jefa ha ratificado su decisión e incluso se plantea el denunciar al trabajador por insinuaciones sexuales «está siempre con la bromita en la boca, parece que tiene una obsesión por su pene, así que no se a quien quiere engañar, me dijo que tenía un buen trancazo remarcando mucho la palabra, está claro a lo que se refería». El empleado reclamará un informe médico para conseguir su coartada.
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