This post has already been read 8677 times!
Un empleado de un Telepizza de la ciudad de Barcelona, encargado de repartir las pizzas a domicilio, fue despedido después de que se descubriera que el reparto lo realizaba en autobús, con el consiguiente y lógico retraso en las entregas.
El repartidor fue contratado bajo la premisa de que haría el trabajo en una moto de su propiedad, acuerdo que aceptó a pesar de que no contaba con ella. Una vez que comenzó a prestar servicio comenzaron a llover las quejas y reclamaciones de los clientes, que alegaban que las pizzas llegaban siempre tarde y frías.
El encargado del local ordenó a un empleado de su confianza que siguiera al sospechoso, y éste rápidamente comprobó tras el primer pedido del día, que se dirigía a la parada más cercana a esperar el autobús. Tras informar a su responsable el repartidor fue despedido inmediatamente, no sin antes ser interrogado ante lo que era a todas luces un comportamiento absurdo. Al parecer el ya ex-empleado alegó que tenía pensado comprarse la moto con el primer sueldo, y que la gente es muy quejica porque él se come las pizzas de un día para otro y saben igual.
Noticia inspirada en la película Barrio de Fernando León de Aranoa
This website uses cookies.