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Dos trabajadores extremeños de la funeraria Los Dolores de Cáceres han sido despedidos fulminantemente tras haber sido pillados usando el horno incinerador y sus restos para hacer barbacoa.
Al parecer dichos trabajadores, cuyo nombre no ha trascendido a los medios, llevan varios meses realizando esta controvertida práctica «ya son muchos años los que llevamos trabajando en esta empresa y siempre nos hemos traído de casa tuppers con la comida que nos hace la parienta, pero también tenemos derecho a comer caliente y se nos ocurrió aprovechar las brasas que sobraban de las incineraciones para cocinar». El pasado martes fueron pillados con las manos en la obra por la mujer del fallecido y denuncio los hechos de inmediato.
Los trabajadores han alegado ser totalmente respetuosos con los restos para tranquilidad de las familias «una vez les entregamos las cenizas siempre queda algún resto en el horno, por eso decidimos comprarnos una parrilla y aprovecharlos para comer unas buenas barbacoas». La funeraria ha despedido a ambos trabajadores por dicho motivo y ambos han declarado que lo echaran mucho de menos «el saborcito que conseguíamos para la carne no podremos disfrutarlo en ninguna otra barbacoa».
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