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Un camarero de Benidorm ha sido despedido la tarde de ayer por pedirle a un cliente que le diera la propina a través de Bizum: “Es más rápido y seguro, las monedas están infectadas y si en la mesa hay muchos comensales intento que lo hagan todos y me llevo más dinerito”, asegura.
Joaquín, de 37 años, sólo llevaba trabajando una semana en el restaurante “El comodín” en el centro de la ciudad, y lamenta mucho que le hayan despedido por algo que considera un avance para la industria hostelera, pero no les guarda rencor: “Con esta idea, de la cual me considerado pionero, he conseguido el doble de mi sueldo en sólo una semana. Me voy con finiquito importante”.
Por su parte, el dueño del restaurante que fue entrevistado después de conocerse la noticia, es tajante con su decisión y asegura que no se arrepiente de haberle echado: “Los clientes dejaban de venir porque se gastaban más en las propinas que en comer”.
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