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Detenido en Guadalajara un camarero que echaba burundanga en las bebidas de sus clientes, para a continuación pedirles propinas cuantiosas. La droga la suministraba en pequeñas cantidades, tanto en bebidas calientes como frías, por lo que los clientes no notaban nada.
Las sospechas saltaron entre los compañeros y jefes de este trabajador cuando vieron cómo iban multiplicándose las propinas que recibía día tras día, hasta el punto de superar en días de mucha afluencia de público el salario estipulado con la empresa. La empresa contrató a un detective que destapó la trampa que usaba este individuo para conseguir su fin.
«Va a ser ahora muy complicado devolver el dinero estafado por este hombre, porque la gente no se acuerda de lo que ha dado, y no hay un documento que acredite las cantidades entregadas. Ya ha venido algún listo pidiendo que le demos lo estafado, sin pruebas ni nada», nos comenta el gerente del negocio.». «Yo lo veía que se quedaba un ratito hablando con los clientes, y después siempre le daban la propina en billetes grandes. No era normal que viniera a trabajar con un Mercedes con el sueldo que tenemos aquí», nos comenta un compañero.
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