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Los hechos han tenido lugar a principios de esta semana cuando en un municipio de la provincia de Jaén, tras recoger un vehículo patrulla de la Policía Local del lavadero en el que el Ayuntamiento tiene concertado un contrato, varios agentes e incluso un sargento eran acribillados por picotazos de pulgas.
«No puede ser que hayan pulgas en el patrulla, antes de lavarlo no habían y ahora recién limpito y desinfectado pues menos aún» exclamaba el sargento. Tras informar de lo sucedido en un grupo de WhatsApp que tienen todos los agentes, uno de ellos contó que hace unos días denunció al hijo del dueño del lavadero por no llevar casco alegando que le producía picor de cabeza, y que le dijo al chaval «pues si te pica te rascas».
Tras preguntar al dueño del lavadero si sabía algo al respecto contestó «al que le pique que se rasque como le dijisteis a mi hijo el otro día, el que ríe último ríe mejor». Tras detenerlo fue presentado ante el Juez el que no podía parar de rascarse mientras le tomaba manifestación de los hechos.
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