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La mayoría de los huéspedes que se han alojado en hoteles, admite haberse llevado en alguna ocasión objetos de la habitación durante su estancia. Jabones, libretas, bolígrafos, toallas y pilas del mando a distancia son algunos de los ejemplos, además de haber consumido el licor de las mini neveras habiéndolas rellenado posteriormente con agua del grifo.
Un caso extremo lo ha protagonizado un comercial de artículos de regalo que tras frecuentar de forma habitual distintos hoteles de toda España, siempre se llevaba el suave, blanco y esponjoso albornoz de la habitación en donde se alojaba. Tras las numerosas denuncias que los hoteles han llevado a cabo ante la desaparición de esta prenda, el individuo, un hombre de 31 años y vecino de un municipio catalán ha sido detenido por un delito de hurto continuado siendo puesto a disposición judicial y condenado a pagar a cada hotel 50 euros por la prenda así como por los perjuicios causados.
«Si hombre, 50 euros? Pero si en Wallapop no me daban más de 20 euros, me han puteado pero bien, ni de comercial se puede trabajar ya» ha alegado ante el propio juez.
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