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Sucedió el pasado viernes en torno a las 12 de la mañana cuando un aficionado del Betis, ataviado con uniforme de empresa de mantenimiento, accedía hasta el propio campo y esparcía cenizas sobre el césped. Fue un operario del estadio Benito Villamarín el que advirtió la presencia del susodicho llamando al 112 para informar de lo acontecido. Personadas dos patrullas de Policía Local en el Estadio, accedieron al terreno de juego observado que efectivamente un hombre de aproximadamente 50 años iba esparciendo cenizas desde un recipiente por la zona central del campo.
«Mi padre fue aficionado toda la vida del Betis y su última voluntad fue la de seguir estando presente en cada uno de los partidos, así que me pueden detener si quieren pero ya he cumplido el deseo de mi difunto padre».
El individuo fue trasladado hasta dependencias en calidad de detenido recibiendose una llamada a Jefatura de un afamado jugador para informar que no se denunciarían los hechos advirtiendo a su vez al resto de aficionados que la próxima vez que se repitiera la situación, sí se tomarían medidas.
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