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La que iba a ser una jornada de apoyo a los animales, se convirtió en una desgracia. El Maratón de Madrid, que cada año se realiza en beneficio de algún colectivo, en esta ocasión se celebraba a favor de los derechos de los animales. Paradójicamente, el pistoletazo de salida mató a un ave.
El hecho, que retrasó casi media hora el inicio de la carrera, provocó la indignación de los presentes, algunos de los cuales, solicitaron la suspensión de la prueba. Habitualmente, el pistoletazo se produce con un arma de fogueo, sin embargo, en esta ocasión se realizó a la antigua usanza. La fatal casualidad provocó que justo en el momento en que se produjo el disparo, un águila real, especie protegida desde hace más de quince años, sobrevolara la línea de salida. El impacto acabó con la vida del animal, que justamente cayó sobre la cabeza de quien había disparado.
Los beneficios de la carrera estaban destinados precisamente a la protección de especies en peligro de extinción. Varias asociaciones animalistas pidieron imputar al hombre por un delito de maltrato animal por negligencia, si bien parece que la acusación finalmente no se llevará a cabo.
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