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El cura de una parroquia de Valencia ha sido apartado indefinidamente de su cargo tras descubrirse que lleva tatuada en el pene una cruz de gran tamaño. Según explicó el Arzobispado valenciano en un comunicado, este hecho representa los valores contrarios de la Iglesia Católica, motivo por el cual se acuerda su excomunión.
Los hechos tuvieron lugar el pasado mes cuando, según consta en el escrito, se descubrió de manera fortuita que el clérigo se había tatuado en el pubis una cruz de más de 30 centímetros de longitud. El descubrimiento tuvo lugar en los vestuarios de un gimnasio donde un feligrés vio desnudo al párroco. Este fiel explica que cuando iba a ducharse tras una sesión de gimnasia, advirtió la presencia del cura de su parroquia y se percató del «enorme y pecaminoso» tatuaje. Acto seguido dio parte al Arzobispado que investigó el asunto hasta llegar a concluir la veracidad de los hechos y, por ende, abrir un expediente.
El cura reconoció desde el primer momento la presencia del tatuaje y se defendió alegando que no ve nada ofensivo en llevar a Cristo en los calzoncillos. Además, indicó que también lleva tatuada en el trasero una serpiente cuya boca es, precisamente, el ano.
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